Manuel Jesús 'EL CID' - Torero

«Huelva siempre se ha caracterizado por hacer muy buenos carteles»

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El Cid, el torero que abrirá las Colombinas.
El Cid, el torero que abrirá las Colombinas.

El diestro sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ será el espada que abra la Feria de Colombinas 2012. Se siente muy orgulloso y satisfecho por estar un año más en la cartelería onubense, y más aún esta temporada en la que se ha logrado reunir «una Feria de primera categoría, de máxima calidad».

Redacción.-

     Que se cruce Salteras y apenas se encuentre nadie por la calle explica lo lógico en estas fechas: hace mucho calor. Por eso llegar a ‘La Montera’ sienta tan bien: es como un oasis en medio de tanto sofoco. Allí, en su casa, espera el guerrero. Espera que la temporada cambie el ritmo de su diapasón, que se parezca más a lo que siempre fue cuando llegaba julio, que las ferias del verano sean esa cadena a la que hasta ahora le han faltado algunos eslabones, que el encuentro con el toro sea más continuo. A lo que El Cid está acostumbrado, en definitiva, después de un buen ramillete de temporadas ganándose a diario su lugar en la élite del toreo. Delgado, sereno y relajado, la conversación fluye fácil con Manuel. Un tipo sencillo y sincero que, de transparente, parece que siempre llevara puesto el traje de torear. A El Cid le toca la responsabilidad de inaugurar la mejor Feria de Colombinas de la historia.

¿Cómo va el año?

Muy bien, estoy contento. Con el hándicap que siempre es que no haya pasado nada en las primeras grandes ferias. Pero está siendo la tónica general. Todo está costando más que de costumbre: que los toros embistan, que los toreros demos nuestro mejor nivel… Pero la temporada va a más y eso es lo bueno. Cuanto más avanza, más a gusto me estoy encontrando. Me siento al alza y toreando cada vez mejor, manteniendo siempre mi estilo. Cuajo cada vez más toros, tengo más poso. Me siento un poco más cerca del torero que quiero llegar a ser.

Hablemos de Huelva: una Feria, una plaza y una tierra que no le son ajenas.

La verdad es que Huelva es especial para mí. Además de que tengo muchos amigos, es una tierra que la siento como mía. Paso mucho tiempo allí, en Punta Umbría y, hablando de la Feria, es uno de esos sitios donde me gusta torear de verdad porque tiene una afición con la que me identifico mucho, porque tiene una sensibilidad especial.

Y este año, por tratarse de la Feria que es, ¿le apetecía más estar en Colombinas?

¡Indudablemente! Desde que hice mi primer paseíllo en Huelva, aquel año en que fui triunfador con la corrida de Cuadri, creo que sólo he dejado de ir una vez. Se trata de una Feria a la que tengo como un referente por los buenos recuerdos que me deja y porque está enclavada en un momento de la temporada que para los toreros es definitiva, a comienzos de agosto. Si cuajas toros allí, aparte de lo que disfrutas, sientes que las reservas de la moral y de la confianza se te cargan a tope para el grueso del año. Si encima la Feria es tan buena como la de este año, uno siempre se alegra de estar en ella.


  Huelva es especial para mí. Además de que tengo muchos amigos, es una tierra que la siento como mía. Paso mucho tiempo allí, en Punta Umbría. Huelva tiene una sensibilidad especial


 La de Colombinas consigue ser siempre una Feria muy reunida, muy compacta. La labor de los empresarios es espléndida, han hecho un esfuerzo titánico y han montado una Feria de las de mayor nivel del año


 

El Cid, en la plaza de La Merced.


 

¿Le ha sorprendido la Feria de Colombinas que se ha conformado?

Huelva siempre se ha caracterizado por hacer muy buenos carteles. La de Colombinas consigue ser siempre una Feria muy reunida, muy compacta. La labor de los empresarios es espléndida, han hecho un esfuerzo titánico y han montado una Feria de las de mayor nivel del año. Yo creo sinceramente que Huelva este año tiene una Feria de primera categoría.

¿Cree que hacía falta una apuesta así en un año tan difícil para todo, pero también para el toro?

Sin duda. Estamos pasando un año muy complicado en general y el público está necesitado de alicientes. Ahora tiene que primar la calidad por encima de la cantidad. Y todos lo sabemos, aunque no siempre se puede. Pero cuando hay una empresa como la de La Merced que hace el esfuerzo, el torero tiene verdadero interés por estar. Nadie quiere perdérselo.

Hablaba antes del buen momento personal en el que llegas a este punto de la temporada. ¿Qué le falta para llegar a ser, como decía antes, el torero al que aspira?

No sé si lo lograré, porque lo más bonito de todo es mantener siempre la ilusión de estar casi empezando, de tener retos que alcanzar pero sintiendo el poso y la seguridad que te da el paso del tiempo. La clave es tener siempre alta esa ilusión. Ha habido momentos, sobre todo a principio de temporada, cuando las cosas no te salen bien en las ferias importantes como Sevilla y Madrid, en que te entran ganas de tirarlo todo por la borda. Pero siempre está ese angelito aquí en el hombro que te dice «¡Hombre, con el trabajo que te ha costado, ¿vas a tirar tantos años ahora por tres tardes malas…?». Entiendes entonces que lo que hay que intentar es superar esos momentos, aprender de lo bueno y de lo malo y sacar las conclusiones más ciertas que te permitan saber en qué hay que mejorar para explotar las virtudes que uno tiene.

El Cid es un torero que necesita mucho del ánimo, ¿verdad?

Sí, totalmente. A lo mejor, aparentemente, doy la sensación de ser una persona muy cerebral, a la que no le afectan las críticas y los momentos malos, pero claro que me afectan, me afectan muchísimo. Lo que pasa es que trato de no exteriorizarlo porque tampoco se trata de eso. Yo lo guardo todo y, cuando llego a casa, es cuando suelto ese lastre que traigo encima. Es ahí donde encuentras el apoyo de tu familia, que es tan necesario porque es la gente que te conoce y que está a tu lado. Mi mujer, mis hijos, mis amigos, mi cuadrilla… ellos son los que me cargan de nuevo el depósito de la gasolina.


*Publicado en la web de la plaza de toros de Huelva (plazadetorosdehuelva.es)

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