Recordando añejas Colombinas (3)

Luis Miguel, Palomo y Julián García triunfaron en 1972

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Palomo Linares, con los máximos trofeos.
Palomo Linares, con los máximos trofeos.

Echemos la vista atrás y vayamos a las Colombinas de hace 40 años. Corría el año 1972 y se incluían en esta ocasión tres corridas de toros. Se lidiaron toros de Litri, Martín Berrocal y Cuadri, que dieron muy buen juego. El triunfador más detacado de las tres corridas fue Palomo Linares que sumó tres orejas y un rabo en la Plaza Monumental.

Vicente Parra.-

     Para esta ocasión de las Colombinas de 1972, la empresa responsable del coso onubense programó un interesante ciclo compuesto de tres corridas de toros. Y, a lo largo de cada uno de los festejos, se vieron cosas muy interesantes, con actuaciones de mucho mérito y triunfos importantes que llenaron de alegría a los aficionados.

     En la primera de Feria, con reses de Migue Báez ‘Litri’, actuaron Luis Miguel Dominguín, Sebastián Palomo Linares y José Luis Galloso, que llevaron a bastante público a los tendidos de la Plaza Monumental. Los toros de Litri fueron muy bravos e ideales para los toreros, tuvieron alegría con los caballos y empujaron sin cornear, destacando el quinto, premiado con la vuelta al ruedo. Por el contrario, el cuarto fue un manso integral. Luis Miguel Dominguín, con un terno picassiano lila y oro, no se lució con el primero de la tarde pero demostró su categoría en el manso cuarto al que le realizó un grandioso trasteo que culminó de una buena estocada para ser premiado con un trofeo, aunque quizás mereciera algo más.

     El triunfador de la tarde fue Palomo Linares, de celeste y plata, que totalizó tres orejas y un rabo. Con su primero estuvo valiente, obteniendo una oreja. En el otro realizó una magistral faena a un toro pastueño y bravo, para dejar una estocada y obtener los máximos trofeos y dar dos vueltas al anillo. Cerró plaza José Luis Galloso, vestido de rosa y oro. Con su primero solo apuntó algunas pinceladas en una faena donde no hubo ni entrega ni ligazón. Mal con los aceros, dio la vuelta al ruedo. En el último no supo hacerse con el animal y también estuvo mal a la hora de matar.

     Al día siguiente se lidiaron reses de José Luis y Pablo Martín Berrocal, un encierro magnífico en su conjunto, con cuatro toros bravos. El cuarto, cojo, quedó inédito y el quinto, distraído, fueron los menos potables. Paco Camino triunfó ruidosamente con el primero de la tarde en un quehacer en el que destacaron los naturales a pie juntos. Tras pinchazo y estocada obtuvo las dos orejas. El cuarto salió cojeando y, al no ser devuelto por la presidencia, entre una gran bronca, se lo quitó de encima con rapidez. Ganas de triunfar demostró tener el mexicano Eloy Cavazos que se llevó las dos orejas de su primero al que le realizó una faena muy completa y con numerosos adornos superando a la del quinto en el que tampoco estuvo bien a la hora de matar a su oponente. Completó el cartel El Niño de la Capea, que también cortó dos orejas a su primero, un animal bravo al que toreó con primor con muletazos largos y hondos. En el que cerró plaza no llegó a confiarse.

     Gran corrida envió para el día grande Celestino Cuadri. El sexto fue premiado con la vuelta al ruedo aunque hubieron, al menos, otros tres que merecieron el honor. Corrida muy completa que gustó a los aficionados. Manolo Cortés estuvo bien en su lote, destacando su actuación con el cuarto al que le cortó una oreja después de haber paseado el anillo en su primero. Francisco Ruiz Miguel no estuvo bien en esta ocasión al notársele desganado y sin sitio. El público le agradeció su presencia. El triunfador fue Julián García que le cortó los máximos trofeos al gran sexto de la tarde en una actuación peculiar del valenciano.


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