VALVERDE - Corrida de Feria

Triunfa el buen gusto torero de Oliva Soto

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El diestro sevillano Oliva Soto ha triunfado esta tarde en la plaza de Valverde, que está celebrando su Feria de agosto. El fino torero de Camas ha cortado las dos orejas del quinto del festejo. Buena nota del encierro de Villamarta. Una oreja por una destacada faena a Antonio Nazaré, y buen toreo de Morenito de Aranda.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Villamarta, bien presentados. Nobles primero y segundo; descastado el tercero; noble y con recorrido el cuarto; bravo y noble el quinto; gran toro y bravo el sexto.

ESPADAS: -Morenito de Aranda, saludos y oreja.

Oliva Soto, saludos y dos orejas.
Antonio Nazaré, saludos y una oreja.
 
INCIDENCIAS: Casi media plaza.

 

 

Oliva Soto, con las orejas del quinto. (FOTO: Arizmendi)

José Luis Arizmendi.-

     Buena corrida de toros del ganadero onubense, Federico Molina, que se encontraba en el callejón de la plaza junto al también ganadero Ricardo Gallardo. Una tarde que ha propiciado el triunfo -aunque no numérico- de la terna, pues el fallo con los aceros ha dejado el esportón más vacío de lo deseado. Un Morenito de Aranda que ha dejado su impronta en el coso valverdeño. El pellizco del camero Oliva Soto, que ha encandilado a las grada. Y la firmeza y la mano izquierda de Antonio Nazaré, que ha dejado el sabor del buen toreo, bañado con su muleta, por el ruedo del coso valverdeño.

     Enorme Morenito de Aranda con el recibo a la verónica, sacando al primero a los medios y rematando con una media. Brindó al ganadero Ricardo Gallardo. Estuvo Morenito firme y decidido en la faena, basada en la mano derecha, a un noble ejemplar de Villamarta. Un esbozo por el izquierdo, por donde le faltó recorrido y codicia. Mucho temple en la muleta del de Aranda en tandas en redondo, largas, pausadas y sentidas. Una estocada que hizo guardia fue preludio de una entera en buen sitio. Al que hizo cuarto lo recibió en el tercio para sacarlo toreado a la verónica y rematarlo con una media a pies juntos enrroscándose a su antagonista en la cadera. Brindis al respetable. Una faena con ambas manos intercambiando el pitón derecho con el izquierdo, derrochando ganas, disposición y buenas maneras. Una faena de menos a más, bien ejecutada y estructurada. Dejó unos naturales y unas trincherillas de cartel. Pinchazo y estocada.

     Recibió a la verónica con mucho pellizco sevillano Oliva Soto, llevando al burel toreado de las tablas al centro del anillo, y rematando con una media detrás de la cadera. Le recetó un quite por delantales rematando la seria con una larga a una mano muy torera. Faena que enjaretó el de Camas por ambas manos en redondo y al natural. A menos se vino el toro, que le costaba en los finales de tandas y lo tenía que hacer todo el torero. Una serie al natural honda y sentida destacó del buen conjunto. Pinchazo y dos descabellos. De rodillas recibió al quinto de la tarde para seguir con el compás abierto y rematarlo con una media de arte. Y de rodillas lo recibió con la muleta, una faena de arte, sentimiento y pellizquito sevillano el que realizó el camero a este noble y bravo quinto de la tarde. Trincherillas, bernadinas, pases de la firma,… no se dejó nada en el tintero en una faena con ambas manos de alta nota. Una rúbrica de una estocada entera hizo el colofón de oro a una tarde que estuvo bajo los sones de los ¡olés! de la grada y el fondo de la banda de música con el pasodoble de Dávila Miura.

     Muy firme y valiente Antonio Nazaré en su primero, sacando agua de un pozo seco. Un toro sin fijeza, escarbando y siempre con la cara a media altura. Porfiando con él, a punto estuvo de cazarlo el toro en un derrote seco. Le robó una tanda con su mano izquierda. Se apagó el toro, que nunca fue bueno y decidió acabar con la lidia el torero. A gusto se encontró Nazaré con el noble y bravo sexto, llevando a su antagonista encelado en todo momento, dándole sus tiempos y sus pausas entre tanda y tanda. Soberbio con la mano izquierda, llevando al toro con media muleta arrastrando la por el albero valverdeño. En redondo no bajó la guardia y sacó todo lo que tenía al que cerraba plaza. Remates con trincherillas y pase del desprecio, que provocaba el ¡olé! rotundo de la grada. La firma de una gran estocada puso el broche de oro a una faena de peso. Cicatero el presidente, sólo le concedió un trofeo.


GALERÍA GRÁFICA (En breve)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     


 

OTRAS IMÁGENES (En breve)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     

 

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