SUERTE CONTRARIA

Los jóvenes necesitan precios asequibles

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Ejemplos de entradas de distintos precios projóvenes del año 1972.
Ejemplos de entradas de distintos precios projóvenes del año 1972.

«…Mucho se habla de llevar a la juventud a los cosos taurinos e, incluso, se pierde el tiempo y el dinero con actividades más propias de la diversión que del aprendizaje. El aficionado a los toros se va haciendo en la plaza, contemplando festejos. Y para ello necesita encontrar facilidades. De ahí que los jóvenes, al encontrar unos precios muy altos, hayan decidido darle la espalda…»

Vicente Parra.-

     Para que los jóvenes se sientan atraídos por ocupar una localidad en los tendidos de las plazas de toros sólo se requiere que el precio de las localidades sea asequible a sus posibilidades económicas, algo que, en la actualidad, no sucede por cuanto las facilidades son mínimas. Mucho se habla de llevar a la juventud a los cosos taurinos e, incluso, se pierde el tiempo y el dinero con actividades más propias de la diversión que del aprendizaje y la formación como aficionado, pero que quedan muy bien para la galería e, incluso, a algunos les sirven para satisfacer su frustrada vocación.

     El aficionado a los toros se va haciendo en la plaza, contemplando festejos. Y para ello necesita encontrar facilidades. De ahí que los jóvenes, al encontrar unos precios muy altos y lejos de sus posibilidades económicas, hayan decidido darle la espalda a los espectáculos taurinos para buscar la diversión en otros que les ofrecen más posibilidades de participar.

     Antaño había entradas especiales para jóvenes y de ahí que muchos abuelos y padres llevasen a los pequeños a los tendidos y desde la más tierna edad empezaran a aficionarse, por lo que al llegar a la edad adulta y disponer de unas posibilidades económicas ya eran unos aficionados que pasaban por taquilla cada vez que se anunciaba un festejo. Eso está prácticamente perdido en la actualidad, aunque haya algunos intentos más de cara a la galería que a la realidad, que nos dice que en los tendidos de las plazas la juventud está ausente. Por ello surgen iniciativas para abaratar el precio de las localidades y así facilitar la presencia de jóvenes.

     La idea no es nueva, sino que se arrastra desde hace mucho tiempo. Traemos como ejemplos tres localidades de la plaza de toros de Sevilla del año 1972. La primera corresponde al cuarto festejo de la Feria y la grada de sol (actualmente ‘sol alto’) costaba 125 pesetas; unos días después, en una novillada, esa misma localidad costaba 25 pesetas; y varias semanas más tarde, 75 pesetas en una corrida en la que actuó como único espada Curro Romero. La empresa Pagés había comprendido que tenía que buscar nuevos aficionados entre los jóvenes y de ahí que abaratara los precios. Cuarenta años después, esa política se mantiene y, en la actualidad, esas localidades cuestan trece euros en las corridas y siete en las novilladas picadas.

     Así si se hace afición y muchas empresas deberían poner en práctica iniciativas similares y dejarse de jugar al toro como vienen haciendo ahora. Donde se forma el aficionado es en el tendido, contemplando festejos, y para ello necesita algunas facilidades económicas. Si no, dentro de unos años no habrá aficionados ni siquiera muchos espectadores, como ya esta sucediendo.

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