Mano a mano con seis orejas en Cáceres

Los toros de Pereda ayudan a triunfar a Ferrera y Fandiño

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El ganadero onubense José Luis Pereda esta tarde en Cáceres. (FOTO: Maribel Pérez /mundotoro.com)
El ganadero onubense José Luis Pereda esta tarde en Cáceres. (FOTO: Maribel Pérez /mundotoro.com)

Expectación hoy sábado en la corrida goyesca que han lidiado mano a mano Antonio Ferrera e Iván Fandiño. Toros del ganadero onubense José Luis Pereda que han facilitado el triunfo de los diestros. Se han lidiado cuatro astados con el hierro de José Luis pereda y otros dos con el de La Dehesilla. Los toreros le han cortado seis orejas. 

Redacción.-

     Las buenas condiciones de las reses de los hierros onubenses de José Luis Pereda y La Dehesilla lidiadas en la tarde sabatina en la plaza de Cáceres propició el triunfo de los actuantes en la corrida goyesca celebrada con ocasión de la festividad de San Jorge. Saltaron a la arena cuatro astados de José Luis Pereda (el primero, noble pero desrazado; el tercero fue manejable) y dos de La Dehesilla (el segundo tuvo escasas fuerzas).

     Antonio Ferrera, triunfador del festejo, se lució en las verónicas de recibo a su primero al que le realizó dos buenas series de redondos antes de sacarle las pocas cosas buenas que llevaba. Cortó una oreja, el mismo trofeo que obtuvo en el tercero, en el que compartió el tercio de banderillas con Fandiño. El animal duró poco y en la labor del extremeño destacó una serie al natural. Con el quinto, un animal complicado del hierro de La Dehesilla, el extremeño realizó una gran faena que, al ser bien rematada, le serviría para cortar dos orejas más y salir por la puerta grande a hombros de los aficionados.

     Por su parte, Iván Fandiño se encontró que su primer enemigo tuvo muy pocas fuerzas. Cumplió en el tercio de banderillas y, con la muleta, estuvo bien aunque falló a la hora de matar y, tras ser avisado, fue ovacionado. Buscó el triunfo con el cuarto, un ejemplar ensabanado, que fue noble y tuvo calidad, con el que se lució tanto con el capote como con la muleta pero, al necesitar de un pinchazo antes de dejar la estocada definitiva, el premio quedó en una oreja, el mismo trofeo que lograría del toro que cerró plaza, trofeo que le permitió salir a hombros como a su compañero en este festejo que registró menos de media plaza cubierta de espectadores.

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